Fuente: Adaptado de una noticia de la Universidad de León.
Un equipo de investigadores de la Universidad de León (ULE), liderado por Nicolás Navasa y Leandro Rodríguez, ha ganado un prestigioso premio por su proyecto que explora una idea revolucionaria: ¿y si la infección digestiva fuera la verdadera causa que “enciende” la Enfermedad Celíaca (EC)?
Este estudio abre una puerta enorme a nuevos tratamientos que podrían complementar o incluso, en el futuro, reemplazar la estricta dieta sin gluten (DSG).
💡 La Hipótesis del Estudio: Más Allá del Gluten
Tradicionalmente, se sabe que el gluten activa la EC. Sin embargo, este equipo de la ULE plantea que las respuestas inmunes al gluten por sí solas no explican completamente la destrucción del intestino. Ellos sugieren que:
- Un Detonante Escondido: Existe un mecanismo independiente del gluten que desencadena el daño intestinal característico de la celiaquía activa.
- Patógenos Intracelulares: Han identificado dos bacterias intracelulares (escondidas dentro de las células) presentes exclusivamente en la mucosa intestinal inflamada de pacientes celíacos activos.
🔬 Evidencia en Laboratorio
Los investigadores demostraron en un modelo experimental que la combinación de la sensibilidad al gluten y la infección con uno de estos patógenos causa una destrucción intestinal significativa. Ni el gluten ni la infección por separado logran producir este daño.
Esto refuerza la idea de que la infección actúa como el “disparador final” que activa las células inmunes responsables de la lesión.
🚀 ¿Qué Implica Esto para el Futuro?
Este descubrimiento tiene implicaciones enormes:
- Nuevas Estrategias de Tratamiento: Si se confirma que la infección es la causa directa, se podrían desarrollar terapias antimicrobianas (medicamentos contra las infecciones).
- Menos Restricciones: Esto abriría la posibilidad de reducir la carga de la dieta sin gluten o, en el mejor de los casos, incluso eliminarla.
- Para Casos Difíciles: Sería una gran solución para los pacientes que, a pesar de seguir la DSG, siguen sufriendo síntomas o desarrollan celiaquía refractaria.
Aunque la investigación aún está en curso, este avance es una luz de esperanza para mejorar la calidad de vida de las personas con celiaquía.






